Existen momentos para regresar despues de la muerte, para recuperar la chispa que alguna vez le dio sentido a algo aunque no lo tenga ya. Octubre ya inició, ese mes donde se dice la puerta del infierno se abre y caminamos entre fantasmas sin darnos cuenta. Es diferente a algun otro?... Parte de crecer es madurar, aprender y aceptar hechos que antes nos costaba incorporar en nuestro pensar (duele crecer), reconocer nuestras limitaciones y virtudes sabiendolos clave en la conformación de quienes somos y seremos. Hoy tal vez este mas muerto que ayer y sucesivamente.
Curiosamente entre tanto pensamiento introspectivo, tropiezo con esta pieza de sombra, de rincón de la mente vagamente disfrazado de disco, filtrado antes de tiempo como un polizon haciendo de kamikaze hacia la médula. Un colectivo de temas oscuros y carentes de aquella escencia de hit que los Misfits imprimían en la era Graves. Pero, vale preguntar ¿Que queda entonces? La presencia de Dez Cadena en guitarra ha sabido integrar lo mejor de su estilo a la claustrofóbica lírica de un Jerry Only que reconoce su edad y el estancamiento creativo que la banda ha tenido por largos años. Reconoce que las exigencias de los fans estaban totalmente fundamentadas, pero renace un concepto inicial en una forma tan tan diferente que a los que nos consideramos fans podría dolernos por un tiempo antes de reconocer que aunque suene distinto es bueno.
Hay que considerar y es de vital importancia reconocer que este nuevo estilo de Misfits es tan oscuro y potente como nunca. Es un renacimiento en escencia pero a la vez el reconocimiento de que el pasado ya pasó, de que si se desea volver a la vida hay que superar el purgatorio y regresar renovados. Hacía falta mucha energía para esto y lo entendieron así. La potencia vocal de Jerry supera ampliamente lo antes presentado, la guitarra de Dez es un complemento excelente aunque, por momentos, duele el nivel de complejidad que le imprime a las guitarras del disco, no es Doyle y no trata de imitarlo de ninguna forma. Chupacabra, de reciente incorporación a la banda es aquella dosis de energía que los Misfits requerían para esta dificil misión, aprobado por méritos propios.
Así, podemos describir al "The Devils Rain" como un compendio de historias inconexas aparentemente colocadas al azar y con algo de trabajo de producción apresurado que no permite reconocer una unidad en la obra. Contra todo esto, se notan las ganas por regresar, por atravezar nuevamente aquel umbral entre los vivos y los muertos y hacernos creer en pesadillas antes que sueños. La energía y oscuridad saltan a la vista. Pero ¿es suficiente?. Escuche y juzque, luego escuche y escuche nuevamente.
Hay que considerar y es de vital importancia reconocer que este nuevo estilo de Misfits es tan oscuro y potente como nunca. Es un renacimiento en escencia pero a la vez el reconocimiento de que el pasado ya pasó, de que si se desea volver a la vida hay que superar el purgatorio y regresar renovados. Hacía falta mucha energía para esto y lo entendieron así. La potencia vocal de Jerry supera ampliamente lo antes presentado, la guitarra de Dez es un complemento excelente aunque, por momentos, duele el nivel de complejidad que le imprime a las guitarras del disco, no es Doyle y no trata de imitarlo de ninguna forma. Chupacabra, de reciente incorporación a la banda es aquella dosis de energía que los Misfits requerían para esta dificil misión, aprobado por méritos propios.
Así, podemos describir al "The Devils Rain" como un compendio de historias inconexas aparentemente colocadas al azar y con algo de trabajo de producción apresurado que no permite reconocer una unidad en la obra. Contra todo esto, se notan las ganas por regresar, por atravezar nuevamente aquel umbral entre los vivos y los muertos y hacernos creer en pesadillas antes que sueños. La energía y oscuridad saltan a la vista. Pero ¿es suficiente?. Escuche y juzque, luego escuche y escuche nuevamente.
"The Devils Rain" (2011)
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